La muerte no avisa: cómo superar una muerte súbita

Perder a un ser querido es muy duro, sabes que ese momento tiene que llegar pero nunca lo esperas y menos si se trata de una pérdida repentina, una muerte súbita. El duelo por una muerte inesperada es muy distinto al duelo de una muerta natural u otra en la que ya podías hacerte a la idea de esa pérdida. Mientras que, cuando te lo esperas, puedes ir aceptándola poco a poco, pero si pasa de forma inesperada, todo cambia en un segundo.
El duelo
Cada persona pasa un duelo distinto. Como dicen algunos expertos, este duelo dependerá de distintos factores individuales y del entorno, como por ejemplo si la persona ya se ha enfrentado previamente a una pérdida o no, si tiene una red de apoyo familiar o amistades o está sola, si es una persona muy dependiente, si se ve más o menos afectada en su economía. Es importante, desde el punto de vista de la afectación, si el fallecimiento era o no esperado y la manera de morir. Todos estos factores y muchos más hacen que cada duelo sea distinto en cada persona.
Consejos para superar esta situación
Para superar y reaccionar ante una pérdida de este tipo hay que seguir consejos diferentes que para superar cualquier otro tipo de pérdida:
1-No te culpes
Una pérdida repentina conlleva una mayor sensación de culpa y remordimientos. Probablemente comiences a pensas que te han quedado muchas cosas por decir, por hacer con esta persona, una despedida, un te quiero... No es tu culpa, es la vida y hay que aceptar este hecho por muy doloroso que sea. No puedes pensar si hubieses podido hacer algo para evitarlo, tienes que quedarte con lo positivo y todo lo vivido con esa persona.
2-Acéptalo
Pasar el duelo es necesario pero hay que aceptar que esa persona no volverá. Muchas veces tendemos a dejar de hacer cosas, a aislarnos y es un grave error. Nadie ni nadie puede cambiar esta situación así que hay que aceptar qué ha pasado y pensar en las cosas que haremos a continuación para superarlo y estar cada día mejor.
3-Deja pasar el tiempo
El tiempo todo lo cura. Este proceso será más largo que el de una muerte normal, pues las preguntas que nos hacemos serán más y nos sentiremos peor. Estar con la gente que nos rodea habitualmente hará que todo pase más rápido.
La ayuda psicológica será una gran aliada, no te avergüences ni tengas miedo a ponerte en manos de un profesional. Te sentirás más aliviado.