Karoshi, muertes por sobrecarga de trabajo
Karoshi es el término con el que el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón reconoce las muertes por exceso de trabajo. Está tan extendido este término que si un juez determina que alguien murió por karoshi, su familia recibe una compensación económica de unos US$20.000 por parte del gobierno y pagos de hasta US$1,6 millones por parte de la compañía.
El exceso de trabajo la empujó al suicidio. Un caso mediático fue el de Matsuri Takahashi, empleada de una agencia de publicidad, que se quitó la vida a sus 24 años. Su situación era la siguiente: dormía en su empresa dos horas al día para hacer jornadas de 20 horas. El Karoshi es un reflejo de hasta dónde puede llegar la mentalidad capitalista. ¿Cómo saber si eres un esclavo de tu trabajo? Echa cuentas, y si has hecho más de 100 horas extras al mes sin descansos, eres considerado un karoshi.
Por qué en Japón
Después de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses eran unos adictos al trabajo. Era una nueva motivación impulsada por la compensación financiera y psicológica.
EN ESPAÑA
No vivas para trabajar, trabaja para vivir. Se tiende a pensar cuando se es joven, el objetivo para alcanzar el éxito es trabajar lo más que uno puede con el fin de asegurarse una jubilación acomodada.
Pero la realidad es que después de ocho horas al día, la mente ya se divaga y cuesta mucho concentrarse en lo que uno hace. Ello conlleva a sintomas en el organismo, llega la frustración, el cansancio, la angustia, la tristeza. No solo hay que trabajar, luego llegan las facturas, las obligaciones que cumplir, la casa, la familia, los hijos... Y entonces te vuelves irritable y no hay nada que justifique tu mal humor.
No eres consciente pero te estás convirtiendo en una pieza más del engranaje de la producción. Está cambiando tu salud y sobre todo tu felicidad, y posiblemente a los de tu alrededor. El exceso de trabajo, como en todo, no trae nada bueno. Pero nunca alcanzará a pagar tu salud física y emocional.
Tres claves para no trabajar en exceso
- Ahorra más y trabaja menos. Fomenta el hábito del ahorro continuado y consistente.
- Escucha a tu cuerpo. Reconoce la fatiga y préstale atención
- Reconoce y acepta tus límites. No triunfes a cambio de tu salud y bienestar. El dinero vendrá después.