Llevar flores al cementerio, una tradición milenaria
Año tras año se mantiene firme la tradición: llevar flores el día de Todos los Santos a nuestros seres queridos. Pero ¿de dónde viene esa costumbre tan arraigada? Según los enterramientos de la Edad de Piedra descubiertos en Israel, la primera tumba a la que se llevó flores data de hace 13.000 años.
Desde aquel día hasta hoy, numerosas civilizaciones y religiones han adoptado esta costumbre como parte de la tradición de su sociedad. Aunque en la actualidad se realiza para recordar nuestros seres queridos y mostrarles nuestro afecto y nuestra memoria, lo cierto es que en sus orígines se solían adornar floralmente los cuerpos para enmascarar el olor fuerte que desprendían los fallecidos, velados durante días, hasta su enterramiento.
Una peregrinación anual. En España el Día de Todos los Santos es una jornada familiar en muchas casas. Un día de frecuentes visitas a los cementerios con el fin de homenajear a los seres queridos adornando y engalanando sus lápidas con flores.
Según la Iglesia Católica, esta festividad nace de la decisión del Papa Bonifacio IV de consagrar el “Panteón de Agripa” al culto de la “Virgen y los mártires” el 13 de mayor de 609. Es por ello que se ofician numerosas misas en memoria de los seres queridos. Se conmemoraban de este modo los santos anónimos y desconocidos por la mayoría de la cristiandad. Sin embargo, es el Papa Gregorio III (731-741) quien cambia la fecha del 13 de mayo a la del 1 de noviembre.
La explicación a este cambio está en la conversión al cristianismo de los pueblos de tradición pagana. Ellos se negaban a abandonar sus raíces y fiestas. Entonces, los dirigentes católicos pensaron que estableciendo fiestas nuevas que coincidieran en fecha y de similar apariencia doctrinal, con las antiguas y propias de estos pueblos, les sería mas fácil a estos nuevos creyentes ir abandonando sus antiguas creencias.
Los tipos de flores que coronan los centros son de tipos muy variados. Desde los habituales claveles, que simbolizan el homenaje al difunto, los gladiolos que muestran pureza o sinceridad hasta los crisantemos que encontramos principalmente en las coronas y son las flores que más directamente vinculamos con la muerte.
En Navas Funeraria ofrecemos cualquier necesidad de floristería dentro de nuestros servicios funerarios. Pensando siempre en la tranquilidad de las familias nos encargamos de gestionar su petición para que su adorno floral respete sus indicaciones.